Se trata de una iniciativa de estudiantes de las universidades de Concepción y Santa María en donde un títere, que representa a un niño de clase baja, busca respuestas respecto de la inequidad en la enseñanza.
Anoche llegó a Santiago “Carlitos”, un títere que es parte de la creativa protesta de estudiantes de la Universidad de Concepción (UDEC) y Universidad Santa María (USM) sede Concepción.
Según explicó Lenin San Martín, vicepresidente del centro de alumnos de Biología Marina de la UDEC este pequeño niño se cuestiona el sistema educacional chileno, la equidad y la LGE. “Lo que queremos hacer con este títere es crear un impacto visual a la sociedad, que tiene la idea de jóvenes revoltosos, con enfrentamientos a Carabineros. Queremos hacer algo sociocultural y crear algo más ameno”, explicó.
El viaje de “Carlitos” comenzó ayer desde la VIII Región, para llegar a la Universidad de Talca. Su itinerario continuó en la Capital, donde fue recibido por alumnos de la Universidad de Santiago, quienes lo acompañaron hasta la Moneda para dejar una carta a la “Tía Michelle”, en la que explica sus inquietudes. Sin embargo, Carabineros se opuso al ingreso del títere al Palacio Presidencial, por lo que sólo algunos dirigentes pudieron dejar la misiva en la oficina de partes. “Vino a Santiago a hablar con la ‘tía Michelle’, porque considera que ella le puede dar una respuesta y explicar por qué la educación es tan desigual y se sigue aumentando la brecha, sobre todo con la aprobación de la LGE”.
La próxima parada de Carlitos es Valparaíso, donde mañana pretende marchar hasta el Congreso Nacional.
Su historia
Este muñeco representa a un niño de clase baja, cuyo padre trabaja en la construcción, y su madre es empleada doméstica, pero no puede trabajar, pues debe cuidar a su hermana menor de dos años. También tiene un hermano mayor de 15 años, que estudia en un liceo público y que después de clases trabaja en un supermercado.
Carlitos ve que en la televisión una realidad muy distinta a la suya, lo que le provoca una gran confusión, pero tiene claro que él y sus amigos quieren una educación digna.
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